A la edad de los siete años un niño era comúnmente enviado al castillo de un noble para su entrenamiento y preparación como caballero. Se aprendía cortesía y etiqueta de la corte y ayudaba en tareas de la casa. Durante el resto del tiempo participaba en diversas formas de actividad física que lo ayudaban a desarrollarse como un caballero. Practicaba eventos, tales como boxeo, correr, esgrima, saltos y natación. A los 14 años el niño pasaba a ser un escudero y era asignado a un caballero. Durante esta época, se le daba más énfasis a las diversas formas de actividades físicas que lo pudieran ayudar a ser un buen y eficiente Caballero. Se practicaba la caza, escalamiento de paredes, arquería, carreras pedestres, escalamiento, combates con espada y montado a caballo. A los 21 años el escudero, de cumplir con los requisitos, se convertía en un caballero. La educación física y deportes durante la época feudal estaban separada de lo intelectual. Una diversidad de exhibiciones de justas entre dos caballeros o de torneos entre más caballeros servían de entretenimiento y de preparación física para las funciones de un militar. Del siglo XI al XV la batalla montada a caballo entre caballeros era modalidad, pero con invención del fusil y proyectiles a base de pólvora, esta modalidad desplazó a la caballería. Consecuentemente, la visión de la educación física era equipar al individuo para poder subsistir en una batalla montada.
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